Preparativos y consejos para enviar aves
Todo aficionado que comienza en este apasionante mundo de la cría de aves en cautividad se encuentra con la necesidad de tener que ceder a un determinado número de animales excedentes porque resulta imposible almacenar
Todo aficionado que comienza en este apasionante mundo de la cría de aves en cautividad se encuentra con la necesidad de tener que ceder a un determinado número de animales excedentes porque resulta imposible almacenar y retener a todos y cada uno de los pollitos que se hayan engendrado durante la temporada de cría. En caso de que estos pequeños animales tengan que ser enviados a otros puntos de la geografía, normalmente nacional(aunque pueden ser enviados a otros países), es interesante que conozcamos algunos detalles de importancia para que el transporte y la recepción sean lo más cómodo y menos estresante posible.
Lo primero que debemos plantearnos es la elección de la empresa que se encargará de este asunto. En España no existen demasiadas compañías que realicen este tipo de transportes, así que lo más interesante es quedarnos con la que disponga de una oficina a una mayor cercanía tanto del emisor como del receptor. De esta forma intentaremos que los animales pasen el menor tiempo posible sometidos a ese estado estresante para ellos.
Este tipo de empresas de transporte siempre tiene la opción de realizar la entrega directamente en el domicilio del receptor, que es lo que se usa en la mayoría de los envíos, pero es bueno saber que si se elige la opción de recoger en una oficina cercana el animal pasará unas dos, o incluso tres, horas menos a la espera de ser recepcionado.
Muchas asociaciones de criadores en España disponen de acuerdos y convenios con las empresas de transporte que consiguen que los costes sean menores y establecen un horario mínimo de entrega, así que si perteneces a algún tipo de asociación ornitológica puedes informarte de sus ventajas en este aspecto que seguro que harán de este proceso de envío una tarea más sencilla.
El Transportín
En cuanto al modelo de transportín empleado para el envío existen muchos errores y confusiones incluso en criadores expertos. Para aves pequeñas y de poca capacidad de fortaleza física se permiten incluso transportines de cartón, pero hay que contar siempre con la posibilidad de un golpe, un movimiento brusco o cualquier otro tipo de contratiempo que podría ocasionar un mal irreparable.
La primera característica que debe cumplir el transportín es ser de un material rígido, a ser posible de madera, ya que el plástico podría acumular en su interior una alta temperatura para nada aconsejable. Un error que se comete con mucha frecuencia es la utilización de transportines que llevan uno de los laterales totalmente descubierto, tapado únicamente por una fina malla electrosoldada.
El animal no se va a sentir mejor por “ver” lo que ocurre a su alrededor durante el viaje, es más, eso no le causa ningún bien sino todo lo contrario. Los orificios de entrada de aire deben ser para eso, para que el animal pueda respirar, pero en ningún caso para que curiosee en el exterior. Aunque nos pueda parecer lo contrario, cuanto más cerrado sea el transportín mejor.
Tampoco es para nada aconsejable el uso de transportines excesivamente amplios. Lo ideal es que sea pequeño y que en su interior viaje un solo ejemplar, aunque en caso de ser parejas estables se pueden enviar los dos juntos en un transportín que les permita un cierto espacio entre ellos.
Otro detalle que puede facilitar mucho la entrada y sobre todo la salida del animal es que lleve una puerta del tipo “guillotina”. De esa forma cuando lo recibamos no va a hacer falta que lo cojamos para nada. Bastará con pegar el transportín a la puerta de la jaula y levantar la guillotina para su traslado. En resumen: pequeño, de madera, cerrado, un solo ejemplar y puerta de guillotina. Los animales van a hacer su viaje prácticamente de noche. Debemos dejarlos en la oficina de la empresa de transporte lo más tarde posible y lo ideal es que sean recogidos lo más temprano posible, pero aun así el transportín no debe ir vacío. En su interior deben llevar algo que “picar”. Aconsejo que siempre lleven un poco de verdura fresca que les sirva de hidratación, como un par de hojas de acelgas o espinacas, un trozo de pan mojado y un poco de mixtura derramada por el propio transportín.
Una vez seleccionado el habitáculo y preparado su interior se introduce al animal y se embala bien el transportín para que la puerta no pueda abrirse accidentalmente.
Un aspecto muy importante es el siguiente: El ave no debe pasar de estar suelto en una voladera o jaula amplia acompañado de otros de su especie directamente al transportín. Eso nunca. Es necesario que el animal tenga un “periodo de adaptación” estando unos días solo y en una jaula relativamente pequeña antes de hacer el viaje.
Documentación
Al envío en sí del animal debe acompañarse una serie de documentos. El primer detalle, más que un documento en sí, es un pequeño requisito que exigen las empresas de transporte y no es otra cosa que adherir una pequeña pegatina que avise del contenido del transportín. Algo que sí es importante y no debe faltar es el“documento de cesión”. En él se certifica y se firma que el animal identificado con su especie, mutación y número completo de anilla pasa de un propietario a otro.
Otro documento importante, y que debe ser solicitado por el receptor, es el“certificado de sexaje por ADN”. En ese documento se demuestra que el animal ha sido sometido a un análisis molecular de ADN para detectar su sexo con el resultado que se muestra en el certificado. En este caso, por comodidad y ahorro de papel, se puede evitar el envío directo y usar preferiblemente una descarga en PDF que adjuntar en un correo electrónico.
Consejos para el receptor
Bajo mi punto de vista es importante que el receptor haga lo posible por recoger al animal en una oficina cercana de la empresa de transporte en lugar de en su propio domicilio porque, como dije anteriormente, vamos a ahorrar al animal horas de permanencia en el transportín.
Una vez recogido no hay que traspasarlo a una jaula sin sus preparativos para hacerlo posteriormente con el animal dentro. El proceso es el inverso: primero debemos tener la jaula preparada y después traspasamos al animal. En la jaula debe tener, sobre todo, agua limpia a su alcance, incluso en bebederos amplios de interior porque es lo que más va a necesitar.
En cualquier tipo de animal no son nada aconsejables los cambios en su alimentación, así que es importante informarse de la alimentación exacta a la que el ejemplar traspasado está habituado y durante un tiempo no modificarla y sobre todo evitar cambios bruscos, como podría ser que el propietario le suministre mixtura y determinados vegetales y el receptor pretenda que se alimente de pienso estando recién llegado.
También es importante que cuando llegue a casa el nuevo miembro de la familia no lo pongamos en contacto directo con otros animales que ya tengamos, ya que por miedos puede no alimentarse adecuadamente. Debe permanecer solo, en una jaula cómoda, con fácil acceso a su comida y, por supuesto, debemos asegurarnos durante unos días que el animal ha llegado sano. Si te encuentras ante la situación de tener que realizar el envío de un ave y nunca lo has hecho no debes tener miedo, aunque a todos nos deja siempre preocupados hasta saber que han llegado bien. Conozco muy pocos casos que hayan tenido problemas con el envío de aves y seguramente muchos de ellos se hubieran evitado si hubieran leído este artículo antes de realizarlo.
Juan A. García. “Agapornis La Isla”.