Cuando nuestro loro, papagayo, guacamayo o cotorra (familia de las psitácidas), empieza a quitarse plumas o los cañones de las mismas de manera descontrolada, puede que sufra el síndrome del picaje. Se trata de un comportamiento compulsivo que puede dificultar el crecimiento normal de las plumas e incluso provocar daños en la piel de nuestras aves. También es común en inseparables, o cacatúas.

¿Qué causa el picaje?

El factor más común por el que se produce el picaje es el psicológico. En la naturaleza, estas aves suelen dedicar el tiempo a interaccionar con otros miembros de la bandada, a buscar alimento o a acicalarse. En cautividad no necesitan buscar el alimento y a veces pasan mucho tiempo a solas en casa, lo que conlleva a una alteración de su salud mental y derivan a comportamientos poco usuales como el picaje. Aunque esta no es la única razón. A continuación te enumeramos algunas de las más importantes:

 

• Mala alimentación: Si nuestro loro sólo come semillas, puede provocar una situación de déficit nutricional y falta de vitaminas, ya que no se complementa la dieta con otros alimentos. Esto puede provocar sequedad en la piel y llevar al animal a un excesivo acicalamiento.

• Soledad: como hemos mencionado anteriormente, los loros y otras especies de la familia de la psitácidas son animales muy sociales, por lo que necesitan mucha atención y cariño. Si no podemos dedicarle tanto tiempo como nos gustaría, una solución es tener una pareja con un miembro de cada sexo. Para más información de cómo sexar a tu ave, te dejamos este link.

 

• Enfermedades infecciosas: una de las más peligrosas es la llamada enfermedad de pico y pluma (PBFD), la cual produce reacciones inflamatorias que hacen que nuestro loro sufra muchos picores y acabe arrancándose las plumas. Es una enfermedad muy contagiosa, y es de vital importancia su diagnóstico a tiempo. En el siguiente link, encontrarás toda la información para la detección del PBFD y si quieres leer más sobre esta patología no dudes en consultar este artículo.

 

• Parásitos externos: como los ácaros o piojos pueden provocar unos picores que hacen que el pájaro tienda a arrancarse las plumas.

 

• Estrés y ansiedad: Cambios bruscos en la rutina, como cambio del hogar, o gritos en el entorno familiar pueden provocar niveles de estrés altos, que deriven en el picaje. Tenemos que tener en cuenta que los loros, los inseparables y demás aves exóticas son especies muy sensibles a los cambios y nuestro deber es proporcionarle un entorno seguro y adaptado a sus necesidades.

 

• Factores ambientales: Si nuestro loro está en una ambiente muy húmedo o cerca de la cocina donde hay vapores o cerca de una persona fumadora, puede provocar todo ello un estrés en nuestro animal y llevar a arrancarse las plumas.

 

 ¿Cómo detectar el picaje?

Si observamos que nuestra mascota presenta un comportamiento compulsivo a la hora de acicalarse, lo mejor es que lo llevemos cuanto antes al veterinario.

Es importante no confundirlo con la muda, en los loros no existe determinadas épocas del año para realizar el cambio de plumaje (más información del cambio de plumaje en este link). Para diferenciarlos y no confundirlos, hay que observar que no haya áreas de piel desnuda, si no las hay, se trata de un cambio de plumaje, pero si observamos zonas con la piel desnuda, entonces, debemos ir al veterinario.

¿Cómo evitar el picaje?

La solución a este tipo de problema no es siempre fácil, ya que las causas son muy variadas. Hay una serie de medidas que podemos tomar para evitar este tipo de comportamiento y darle a nuestro loro una vida más saludable:

• Sociabiliza con tu ave: a este tipo de pájaros le encanta jugar y «hablar», por lo que cuanta más interacción tengan contigo, mayor será su bienestar. Compra juguetes para cuando estén solos puedan divertirse y  si el tiempo que van a estar sin compañía es alto, pon la radio o la televisión para que no se aburran.

 

•  Pulverízalos con agua o coloca una bañera en su jaula: Si tienen agua abundante cerca ellos mismos se bañaran frecuentemente y evitarás la aparición de ácaros y mejorarán su plumaje.

 

• Proporcionales alimentos con vitaminas y una dieta variada: semillas, verduras, legumbres y frutas son parte de su alimentación. Lo mejor es consultar con tu veterinario el mejor pienso para tu mascota y el tipo de fruta o verduras que puedes darle. El rutina de la hora de la comida asociándola a un momento de interacción con nuestra mascota puede hacer que se relaje y disfrute del mismo.

 

• La situación de la jaula: El espacio en el que tenemos que colocar la jaula de nuestra ave no debe ser oscuro, ni tampoco en una habitación pequeña, ya que son animales que en la naturaleza se encuentran en espacios abiertos y luminosos, por lo que, en la medida de lo posible, tenemos que proporcionarle un ambiente agradable, fresco y luminoso.

 

• Promover que nuestra ave busque el alimento mediante el juego: podemos «esconder» parte de su comida por una zona de la casa e incitar a que la busque o envolver parte de fruta dentro de su pienso para que encuentre esos «premios»

 

• Interactuar de manera adecuada con nuestra mascota: Los loros están acostumbrados a vivir en lugares altos, por lo que si están situados por debajo nuestra ( en el suelo por ejemplo) pueden sentirse inseguros o incluso amenazados. Aunque tampoco es seguro colocarlos por encima de nuestra cabeza, ya que pueden interpretar que son dominantes a nosotros y atacarnos. Lo más normal es situar la jaula o su espacio a la altura de nuestros ojos.

 

• Collares para evitar el picaje: estos collares, llamados isabelinos, son ideales para evitar que el ave llegue a arrancarse plumas. Ayudan a parar el picaje, pero no solucionan la causa que provoca el picaje. Esto es muy importante a la hora de comprar este tipo de aro.

 

• Medicamentos: Bajo la supervisión del veterinario, se puede administrar fármacos para calmar el nerviosismo de nuestra ave.