Agresividad en Agapornis
Seguro que muchos de vosotros, amantes de los agapornis, os habéis encontrado con un inseparable no tan cariñoso como os esperabais. Puede que incluso os hayáis llevado más de un picotazo. Con este artículo queremos
Seguro que muchos de vosotros, amantes de los agapornis, os habéis encontrado con un inseparable no tan cariñoso como os esperabais. Puede que incluso os hayáis llevado más de un picotazo. Con este artículo queremos daros información de por qué el comportamiento de nuestros inseparables puede variar, cómo lidiar con la agresividad y qué hacer para criar un agaporni feliz y cariñoso.
Comportamiento de los agapornis
Cuando obtenemos un agaporni, a veces la forma que tenemos de relacionarnos con él es basándonos en los roles dueño/mascota. Es normal que esto ocurra, después de todo, la mascota por excelencia es el perro. Los perros solían vivir en manadas, y ese instinto persiste. Su forma de relacionarse es a través de la jerarquía, por lo que, para que un perro esté en sintonía con su dueño, éste debe mostrar su autoridad y dominancia.
En el caso de los agapornis las relaciones no son igual. Los agapornis trabajan entre ellos en un ambiente de trabajo en equipo y cooperación. No hay jerarquías, hay respeto entre unos y otros, por lo que siempre que un agaporni se relacione en un contexto de dominancia, no se encontrará cómodo. Esto puede reflejarse en su comportamiento. Sabiéndolo, podemos afirmar que los inseparables son mascotas que deben gozar de una crianza respetuosa, de este modo reduciremos la posibilidad de comportamientos agresivos y violentos. Es de vital importancia asegurarnos que nuestros inseparables se encuentran perfectamente sanos. En sexado de aves te ofrecemos pruebas diagnósticas para descartar enfermedades . Aun así, nuestras aves pasarán por diferentes etapas durante las cuales pueden sacar a relucir actitudes más agresivas.
La adolescencia en inseparables
Es una etapa que se sitúa entre los 2 y los 6 meses de edad, y si tuviéramos que asemejarla a alguna época en la vida de una persona, correspondería con la temida adolescencia. Para empezar, como cualquier adolescente, tienen las hormonas un poco descompensadas, lo que les pueden hacer más irascibles o irritables. Ni que decir tiene que están en plena época de exploración. Quieren probar todas sus nuevas aptitudes. Su vuelo, su pico, quieren saber hasta donde pueden llegar y probar su autonomía. Pero a la vez siguen teniendo cierta dependencia de sus padres, y ese debate interno hace que tiendan a retar a los que les rodean, a rechazar cosas que antes les gustaban, e incluso a no demandar esos cariños con los que antes disfrutaban tanto.
Quizás sea un error llamar «agresividad» a este comportamiento, además es algo que depende de su desarrollo y una etapa que deben pasar. Pero si es cierto que puede ser un poco molesto. Se pueden tomar medidas para relajar a nuestro inseparable, y así evitar que estas conductas se alarguen o se agraven y se tomen como habituales. Por ejemplo, podemos dejarle una habitación amplia para que vuele y canalice un poco toda esa energía. También es muy importante la estimulación con juguetes, juegos e interacción con otras aves. Esto no solo es algo necesario para su desarrollo, sino que ayudará a que se mantenga entretenido.
Agresividad por apropiación del territorio
Los agapornis pueden ser aves muy territoriales, y este aspecto les confiere esa tan temida agresividad. Uno de los aspectos que puede crear esa necesidad de tener que marcar su territorio es que los agapornis no sean de la misma especie. Al juntar un macho y una hembra en la misma jaula, puede que observemos que uno de ellos se vuelve más agresivo. Para lidiar con esta situación, podríamos poner al agaporni «víctima» en una nueva jaula, y mantenerlos en jaulas diferentes durante un tiempo. Conforme vayan pasando los días, vamos acercando las jaulas para que se vayan acostumbrando uno a la presencia del otro, y comiencen a interactuar. Cuando se acepten, metemos el agaporni que mostró más agresividad en la jaula nueva. El agaporni más agresivo debe amansarse ya que entrará en una jaula que para él será desconocida.
Época de celo en los agapornis
Alrededor del año de vida, nuestros inseparables comenzarán a tener un comportamiento diferente al que estamos acostumbrados. Se habla mucho de la agresividad de las hembras en época de celo, pero la realidad es que en ambos se producen cambios significativos a la hora de relacionarse con su entorno. Es fundamental saber el sexo de nuestra ave para saber qué comportamiento puede tener y a qué se debe. En el caso de las aves, la única forma de asegurarnos si son machos o hembras es a través de un análisis de ADN. Nosotros te ofrecemos la posibilidad de sexar a tu agaporni de manera rápida, fiable y económica. Los machos hacen un sonido muy característico y se rascan, y las hembras chillan y buscan material para hacer un nido de manera un poco descontrolada. Se ponen en postura de «avioncito» (es la postura que ponen para que el macho las monte) y están más irritadas. Todo esto es natural y significa que ambos están en época de celo.
Si notas este comportamiento y no quieres que críen, puedes «disminuir» el celo. Para una hembra supone un gasto de energía muy grande poner huevos vacíos. Podemos intentar reducir el celo procurando no tener un excesivo contacto físico, retirándole materiales que pueda utilizar para hacer un nido… Pero recordemos, la relación con nuestra ave debe basarse en el respeto.
En conclusión, hay muchas razones por las que nuestros inseparables pueden cambiar su comportamiento. Es muy importante informarnos bien y conocer si son machos o hembras nos ayudará a saber qué les está pasando. Entender que en ocasiones cambia su forma de relacionarse en función de su desarrollo, y que debemos respetar sus tiempos.