Los animales que viven en cautividad no disponen de un real acceso al desarrollo de su instinto para poder combatir el calor, es por ello que se convierte en responsabilidad de sus dueños y criadores el facilitarles todo lo necesario para ayudarles en estos temas.

Loro agapornis indicando que tiene calor

Las aves, como casi todos los seres vivos complejos, son endotérmicos, es decir, mantienen su propia temperatura constante independientemente del medio ambiente en el que se encuentren, produciendo calor en ambientes fríos y cediendo calor en ambientes cálidos. Los casos más extremos serían el pingüino y el camello, siempre dando por conocido que la mayoría de los reptiles son exotérmicos.

Este mecanismo de termorregulación está mucho más desarrollado en los mamíferos que en las aves, ya que, por ejemplo estas no disponen de la sudoración y para suplirlo tienen que readaptar su jadeo.

Actividad y Alimentación

En invierno, por un lado el propio mecanismo vital va a generar una hiperactividad capaz de producir calor abundante, y por otro lado el criador facilitará el aporte energético por medio de los alimentos, tanto en cantidad como en calidad de los mismos; y todo ello unido ayudará a las aves a combatir el frío.

La lógica nos dice que llegado el calor del verano, todo debe tornarse en lo contrario. Las propias aves disminuirán su actividad por propia iniciativa instintiva y es el criador el que debe disminuir la cantidad y la “calidad” en su alimentación, disminuyendo notablemente la ingesta de grasas y enriqueciendo la dieta de sus animales con frutas y verduras. El porcentaje de grasa corporal es un aspecto muy importante en la regulación de la temperatura.

Cuidado de mascotas, aspectos a facilitar y a denegar

En definitiva, en la medida que aumenta el estrés térmico, las aves por sí solas aumentan el consumo de agua, reducen el consumo de alimento y reducen su actividad, buscando los lugares más frescos, y retirándose de las zonas soleadas.Por consiguiente el criador no debe ser un obstáculo para ello, siendo su responsabilidad el facilitarles o el “denegarles” todo lo necesario.

Cuidados para parejas de agapornis

Como ya hemos dicho, uno de los aspectos más relevantes a tener en cuenta en el cuidado de mascotas es  disminuir las grasas en su alimentación, incluso las propias cantidades en sí, aumentar la ingesta de verduras frescas; y por su puesto deben tener a su disposición siempre agua limpia y hay que evitar totalmente la exposición directa al sol.

En lo referente al agua, y esto es importante, no debemos confundir limpia y fresca con “fría”. Ningún animal debe beber agua enfriada artificialmente en neveras o frigoríficos. Y aunque pueden mantener sus bebederos de pico, se hace imprescindible el uso de bañeras que les permitan el chapoteo.

De vital importancia es la retirada de todo material que les avive el instinto reproductor. Llegados al mes de mayo debemos retirar nidos y material de nidificación o de lo contrario nuestros animales estarán expuestos a unas temperaturas para nada aconsejables. Si no sabes si tu pájaro es macho o hembra, la mejor opción para saber qué cuidados necesita es sexarlo por ADN.

Cada vez somos más los criadores que, llegado el calor, sustituimos los nidos por un tipo de perchas diseñadas especialmente para evitar las altas temperaturas y mantener los lazos entre las parejas.

Todo esto que he comentado no es suficiente en algunas zonas geográficas en las que el calor puede llegar a ser incluso causante de muertes.

En verano mejor perchas en lugar de nidos para nuestras aves

La mayor de las fatalidades suele estar muy ligada a la calidad del techo que cubre a nuestros animales, ya sean voladeras o jaulas. Las lonas o las planchas metálicas o plásticas que no reúnen condiciones aislantes suelen ser muy perjudiciales, hasta el punto de causar muertes sobre todo en zonas geográficas de interior. El techo que cubra nuestras instalaciones debe ser de material de ladrillo y tejas, o bien de paneles especiales fabricados con capas aislantes. Eso les beneficiará tanto en verano como en invierno.

En casos extremos de calor sofocante se pueden instalar micro-aspersores que pulverizan agua durante un tiempo determinado. Con esto debemos tomar unas precauciones: la aspersión del agua no debe cubrir la totalidad del espacio vital del ave, debe ser el propio animal el que decida si le apetece un poco de agua en forma de lluvia fina o no.

Personalmente no aconsejo el uso directo de mangueras de agua sobre las aves, ya que si se empapan perderán la capacidad del vuelo, con el consiguiente estrés que se produce hasta que el animal se seque. En caso de mangueras con mecanismos de pulverización de agua tampoco debe usarse a pleno sol, porque el agua almacenada en las plumas de nuestras aves va a calentarse muy rápidamente provocando incluso más calor que si no se hubiesen mojado.

La Higiene en nuestras aves

Un punto fundamental en el cuidado de mascotas especialmente en aves en verano. Siempre se ha dicho que el calor es una forma de destruir bacterias y virus, pero no en todos los casos, y más si ese aumento de temperatura se acompaña de excrementos, restos de plumas, o humedades causadas por riegos o baños.

Todo eso es un caldo especialmente eficaz para la proliferación de virus y bacterias que pueden causar graves daños a nuestras mascotas en las épocas de mayor aumento de temperatura ambiente. Extrememos las medidas higiénicas en los meses de más altas temperaturas.

Durante el verano nuestros animales alados van a estar realizando su muda, en muchos casos una muda muy brusca.

En el mercado existen muchos y variados productos para la muda que consisten en vitaminas y electrolitos, pero bajo mi experiencia unos animales bien alimentados y bien cuidados no van a tener nunca problemas con la muda veraniega sin necesidad de vitaminarlos artificialmente.

Lo único que limita la libertad de un animal es la muerte y el propio hombre. No seas tú el que limite la calidad de vida de tus animales.

Juan A. García. “Agapornis La Isla”