Las aves, al igual que todos los seres vivos, han desarrollado diferentes mecanismos y estrategias para la defensa propia y la de su nido frente a los depredadores. Estas estrategias han ido cambiando casi a la misma velocidad que la hace el medio, la adaptabilidad al entorno es la principal estrategia de supervivencia.

Un caso concreto de esta adaptación es las diferencias que se están apreciando en las poblaciones de aves, de una misma especie, que viven en el campo o en la ciudad. Los grupos de aves que habitan en las ciudades son más confiados y más ruidosos en comparación con sus congéneres de campo. Esto es debido a la ausencia de depredadores naturales en las grandes urbes, al ruido presente en las ciudades y a una mayor  facilidad de encontrar alimento.

Pero en el medio natural, donde las condiciones para la supervivencia son más duras que en las zonas urbanizadas, las estrategias para la defensa son muy variadas a la vez que necesarias. Muchas de ellas no solo implican rapidez u observación, si no que parte de la anatomía del ave y su morfología se han adaptado para una mayor eficacia defensiva.

EL ASPECTO FÍSICO DEL AVE

Una de los mecanismos más utilizados por las aves es tener tonalidades del plumaje que puedan confundirse con el entorno, de esta manera pueden pasar desapercibidos para los posibles depredadores. Este tipo de estrategia se le conoce como camuflaje.

Pero no es la única estrategia que las aves utilizan y que está relacionada con la apariencia. Algunas de ellas intentan asemejar su aspecto al de animales que sean peligrosos o venenosos (mimetismo). Un ejemplo de este caso es la especie Laniocera hypopyrra, (plañidera cenicienta) un pájaro que vive en el amazonas y cuyos polluellos presentan una tonalidad de plumaje naranja con la punta de las plumas blanca. Las crías de la plañidera, cuando detectan un peligro, mueven la cabeza de un lado a otro para hacerse pasar por una oruga venenosa y de esta manera engañar a los posibles depredadores. Esta imitación es mantenida por los polluelos hasta casi unos días antes de abandonar el nido.

VIGILANCIA DEL ENTORNO

La vista es el sentido mejor desarrollado por las aves, sus ojos tienen el mayor tamaño en proporción a su tamaño de todos los animales. Esto hace que el mecanismo de vigilancia sea uno de los más comunes que utilicen las aves para la defensa.

Cuando se vive en poblaciones grandes, la observación para detectar posibles depredadores es mayor, aparte de disminuir  la posibilidad de ser atacado al haber muchos individuos.

Las parejas de aves, se van turnando para la vigilancia del nido y de las crías, mientras uno de los progenitores busca el alimento. Como es el caso de la perdiz roja (Alectoris rufa).

Pero no solo la vista es importante, la agudeza auditiva también es indispensable para detectar posibles amenazas. Incluso algunas aves pueden imitar sonido para alejar a los depredadores, uno de estos casos es el pájaro pijuí (Synallaxis albescens). Esta ave es capaz de imitar el sonido de la serpiente de cascabel.

USO DE SUSTANCIAS QUÍMICAS

Algunas aves son capaces de almacenar sustancias tóxicas en su cuerpo para luego expulsarlas en caso de amenaza, ya sea para poder huir o para alejar a posibles depredadores. Estos componentes pueden almacenarse en glándulas excretoras o en el plumaje del pájaro.

También pueden ser previsoras y esparcir por el nido o por los huevos sustancias con olores desagradables para hacerlos menos atractivos para los depredadores o para protegerse de enfermedades. Ciertas aves pueden acumular el veneno de los animales de los que se alimentan en las patas y en las plumas.

Un ejemplo de este tipo de defensa es el polluelo del Fulmar (Fulmarus glacialis) que cuando se siente amenazado expulsa un vómito de color naranja y olor muy desagradable hacia la amenaza.

El pitohui es una de las especies de pájaros venenosas que existen en el mundo. Pueden fabricar una sustancia venenosa que se encuentra en las plumas y patas de este animal. Esta la sintetiza a partir de la ingesta de escarabajos.

NO ESTOY REALMENTE HERIDO

Otra estrategia muy llamativa utilizada por las aves es la de hacerse el herido para alejar a los depredadores del nido. La canastera (Glareola pratincola) si ve un posible peligro cerca de su nido hacen ruido cerca del depredador y fingen estar heridas para que la posible amenaza las persiga, una vez que consideran que el nido está a salvo, alzan el vuelo rápidamente para huir.

Todas estas estrategias, como hemos mencionado antes, van a depender del entorno y del número de individuos que tenga la población en ese momento. También la estación del año y la época de cría y de reproducción, harán que estas aves opten por un tipo de defensa u otro. El objetivo principal es sobrevivir y para ello, solo los mejores adaptados al medio podrán conseguirlo.

REFERENCIAS:

·     ADAPTARSE PARA SOBREVIVIR, AVES QUE PROTEGEN SUS NIDOS – Actualidad de ciencia. (s.f.). Recuperado 5 febrero, 2019, de http://cienciagora.com.co/infodetail/novedades_de_ciencia/actualidad/adaptarse-para-sobrevivir-aves-que-protegen-sus-nidos-717.html

·     EcuRed. (s.f.). Pitohui encapuchado – EcuRed. Recuperado 5 febrero, 2019, de https://www.ecured.cu/Pitohui_encapuchado

·     El insólito método de un ave amazónica para defenderse de sus depredadores. (2015, 4 marzo). Recuperado 5 febrero, 2019, de https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/03/150226_ave_amazonica_mimetismo_oruga_lp

·     Espinoza, G. (2018, 14 diciembre). Estrategias de defensa de las aves frente a los depredadores. Recuperado 5 febrero, 2019, de https://aves.paradais-sphynx.com/temas/estrategias-de-defensa-de-las-aves.htm