Psitacosis aviar: ¿Riesgo real?

Una de las principales preocupaciones que tenemos los criadores de aves es la aparición de enfermedades infecciosas que pueden provocar efectos negativos en nuestras aves y aviarios. Entre las infecciones más comunes se encuentra la provocada por la bacteria Chlamydophila psittaci, denominada Psitacosis Aviar. Pero ¿es un riesgo real?

Esta bacteria está distribuida por todo el mundo y es especialmente común que infecte a Psitaciformes (aves psitácidas) y Columbiformes (torcazas y palomas) aunque puede provocar la enfermedad en la mayoría de especies de aves. Las aves del orden Passeriformes (canarios y pinzones) son en las que menos prevalencia tiene la enfermedad aunque si son portadoras del patógeno.

En patos y pavos se han detectado casos de clamidiosis aviar pero no suele aparecer en otra ave de corral como son los pollos.

Las aves silvestres como las gaviotas, los patos, las garzas, las garcetas, las torcazas, los mirlos, los estorninos, los gorriones y los chorlitejos actúan como reservorios en el medio natural. También se han informado casos de infección en aves rapaces y se han producido brotes epidémicos en las aves zancudas y migratorias. Especialmente las gaviotas y las garcetas pueden ser portadoras asintomáticas de cepas que son altamente virulentas para otras aves.

¿Cómo se transmite la Psitacosis Aviar?

La transmisión se realiza mediante la inhalación de partículas aéreas infecciosas como son polvo, plumas o heces secas. A través de las heces se excretan grandes cantidades de esta bacteria y al secarse se convierten en partículas muy infectivas que se inhalan con facilidad.

Esta bacteria podemos encontrarla agua o alimentos. Estos últimos sirven de protección del patógeno pudiendo estar activo durante meses. También puede permanecer como cuerpo infectivo en vidrio durante 2 semanas y en paja durante 20 días. Lo que supone un elevado riesgo si no realizamos una detección temprana de la bacteria.

Existen numerosas aves que pueden ser portadoras de la bacteria sin presentar síntomas pero sí tiene la posibilidad de transmitir la enfermedad a otras aves. Estas aves asintomáticas pueden eliminar durante semanas a meses. La eliminación puede ser continua o intermitente, y puede precipitarse por estrés provocando psitacosis en el ave portadora.

¿Síntomas más habituales de la Psitacosis?

La psitacosis aviar pueden provocar síntomas leves o muy graves que pueden terminar con la muerte o con un deterioro notable del ave. La gravedad viene determinada por la especie, la cepa de la bacteria que infecte, la edad y el estado físico del ave.

La psitacosis es una enfermedad que afecta a todo el organismo y podemos identificar síntomas como:

• Secreciones oculonasales.
• Pérdida de peso.
• Plumaje en mal estado.
• Descenso en la ingesta de alimento (anorexia).
• Baja actividad (letargo).
• Excrementos verdes amarillentos en diarrea.
• Disminución de la producción de huevos.

¿Cómo tratar la Psitacosis Aviar?

Para comenzar un tratamiento debemos analizar una muestra del ave para confirmar la presencia del patógeno y aislar al individuo para evitar la propagación. Como tratamiento se utilizan antibióticos administrados durante un tiempo prolongado. Algunas aves pueden permanecer infectadas de manera asintomática sin que eliminen por completo a la bacteria.

¿Cómo prevenir la Psitacosis Aviar?

Para reducir el riesgo de que nuestras aves sufran infecciones y desarrollen psitacosis, debemos tener en cuenta una serie de medidas que ayudan a mantener nuestros aviarios libres de C. psittaci:

• Detección temprana de la enfermedad: exploración y análisis de la presencia del patógeno en las aves nuevas antes de introducirlas en el aviario o tras asistir a una feria o exposición.
• Limpieza y desinfección del recinto y de los utensilios usados, así como de bebederos y comederos.
• Mantener el ambiente libre de plumas y partículas potencialmente infecciosas como son heces resecas. Se recomienda usar un paño húmero con desinfectante para disminuir las partículas.
• Realizar una buena ventilación del habitáculo y de la zona donde se encuentren las aves.

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